Sánchez Coach "El Chef del Alma"

La realidad que percibimos es sólo una cuestión de Escala.

Te preguntarás: ¿Escala? Me resulta curioso el pensar, que, la mayoría de las personas sigue pensando dentro de una Cosmología, es decir, una visión del universo, tal como la entendió y la formulo Newton. Han escuchado hablar sobre la física quántica, pero se ha quedado en eso, escuchar hablar. A nuestra sociedad, no le interesa en ver que la realidad, es algo más que lo que vemos y entendemos. Ya que lo “espiritual”, es algo que quedan para pirados de la New Age, o gente retrógrada que parece que viven en otra época o lugar. Y parece que no están en concordancia con lo que se esta viviendo en todo momento.

Cuando hablas sobre el Ho´oponopono, y las cuatro palabras “mágicas”, te miran extrañado y piensan que, les estas tomando el pelo y que estas algo majara. Eso pensó al comienzo Bea, cuándo pensamos en empezar a aplicar en nuestra vida esta técnica ancestral Hawaiana. Ho´oponopono es una palabra que nos puede resultar bastante rara. No pertenece a nuestra cultura y el significado que tiene es digamos …. Peculiar; *enderezar lo torcido”, o “corregir un error”.

Comenzó siendo una práctica que durante milenios se ha utilizado para resolver conflictos, pero llego Morna Simeone (1913-1992), la última gran Kahuna que fue distinguida como Tesoro Viviente por el estado de Hawai en 1983. Que tenía claro que la divinidad esta dentro de nosotros y que el principal propósito de esta técnica es su descubrimiento.

El Ho’oponopono es un profundo regalo que nos permite desarrollar una mutua relación con la Divinidad dentro de nosotros mismos y aprender en cada momento que nuestros errores en pensamiento, palabra, acto y acción sean limpiados.

Morna y después el doctor  Hew Len se dieron cuenta que, para solicitar el perdón y conseguir que los malos pensamientos y sensaciones se borren se puede utilizar cualquier tipo de frase que funcione a nivel personal, pero se suelen repetir una serie de mantras característicos del Ho’oponopono. Los más importantes son: Lo siento, Por favor Perdóname, te amo, Gracias.

Teniendo un significado tan potente, que hablaremos de él más adelante.

Estos mantras, se basan en un proceso de arrepentimiento, perdón y transmutación que permite realizar una limpieza mental de los pensamientos y sentimientos negativos para eliminar los bloqueos y recuperar la paz interior.

Esta técnica milenaria sostiene que el sujeto que la practica se encuentra en conexión con el universo y que tiene responsabilidad sobre lo que sucede, ya que lo que hay a su alrededor, él es él único responsable.

No se busca culpables, nadie lo es. Ya que lo que vivimos es el resultado de lo que hacemos, vivimos y sentimos. Nunca hemos de olvidar que todo lo que hacemos, tiene para nosotros una intención positiva. Sobre todo, se busca la supervivencia.

Cuando el doctor Len, decidió hacer Ho´oponopono en el psiquiátrico, era consciente que él tenía una responsabilidad sobre lo que sucedía, no buscaba culpar a nadie, ni siquiera a las circunstancias, y consideraba que las soluciones a cualquier mal, propio y ajeno, ya sea físico o psicológico, están precisamente en el interior de cada persona, que es el lugar para superar los errores o los malos sentimientos.

Se trata de tomar conciencia de que somos responsables de las emociones que experimentamos frente a los diferentes problemas y situaciones con los que nos encontramos. Y dar el primer paso y pedir perdón cuando algo no va bien, comienza a limpiarse las memorias insanas y los desequilibrios, y se obtiene una sensación de liberación de las preocupaciones.

Conócete a ti mismo, ámate a ti mismo y cambia tu mundo.



Lo que voy a contar hoy, es verídico. Todo comenzó como un juego, pero acabo transformándose en algo, que siento, tengo que poder compartirlo con el mundo.

Llevo ya más de 10 años como Coach Personal y Terapeuta titulado.

Tengo la suerte de crecer como persona, ya que, con cada proceso y sesión; aprendo algo de mis clientes y eso me lleva a ser cada vez, según me dicen, más bondadoso y generoso.

Recuerdo que cuando me forme como Coach, mis compañeros del curso, dijeron de mí, que mi mayor virtud y al mismo mi mayor defecto, era que soy una persona bondadosa.

Desde ese instante, tuve claro que era algo positivo y que tenía que utilizarlo, para lo que había venido a este mundo. Poner mi grano de arena, para lograr un mundo mejor.

Mis años en el Seminario, no habían sido algo malo, sino todo lo contrario. Nunca se me olvidará que uno de los formadores me dijo que mi gran “defecto”, es que me costaba mentir a las personas y que era muy “sufridor”, creo q ahora se diría empático.

Durante varios años, coincidí en varias de las formaciones en las que me embarque, para formarme mejor, con Beatriz. Teníamos la misma Edad, ambos trabajábamos en el sector Bancario, aunque en entidades diferentes; yo trabajaba para el Santander y ella para la extinta Bankia. No obstante, aunque nuestras experiencias vitales eran muy diferentes, sentíamos que estábamos en el mismo lugar en ese mismo momento, de ahí que, tras conocernos, sentimos que había en nosotros una conexión que se podía decir que espiritual increíble. Ya que cada uno, andábamos buscando lo mismo. Encontrar nuestro lugar en el mundo.

La vida nos lleva a cada uno a lugares diferentes y cual fue mi sorpresa, cuando un día recibí un WhatsApp de su parte. Me comentaba lo mucho que había cambiado su vida y la situación de crisis en la que se encontraba. Me di cuenta de que, sus palabras estaban llenas de rabia, ira y mucho resentimiento. Y sentí la necesidad de hacer algo, ya que, nuevamente, algo similar me estaba ocurriendo a mí.

Creo que el Universo te da, en todo momento, aquello que necesitas. En mi caso, me hizo redescubrir los libros de Joe Vitale sobre el Ho´oponopono, que tenía olvidados desde hace más de 4 años, tras haber realizado la especialización en esta técnica Hawaiana.

Por eso, tras la comunicación de Bea, sentí que, tenía que poner en práctica, un proceso de Ho´oponopono que había diseñado.

Quedamos a tomar un café, en uno de los Faborit que hay en la zona de Plaza España. Tras más de una hora de ponernos al día y viendo que necesitaba un chute de energía le propuse lo siguiente:

– ¿Te acuerdas del curso de Ho´oponopono?, porqué no lo utilizamos para nosotros.

Ella me miró y se emocionó y me comento, que ese era uno de los cursos, que habíamos realizado juntos, que más la habían impresionado. Me reconoció que, en muchas ocasiones, repetía el mantra, que la generaban paz. Pero de esa formación, ya no se había quedado con nada más.

Le Conte, que había profundizado en el tema.  Había realizado varios cursos, leído más de 20 libros y que, estaba seguro de que era transformador. Le Conte el caso de una de mis clientes, con quién decidí practicarlo y cómo le había transformado la vida.

Tras unos minutos en silencio, me dijo. – ¿Qué tenemos que perder?, realmente nada. Y a mi me vino la reflexión de Blas Pascal sobre la Fe, si eres creyente lo ganas todo si Dios existe y es real. Pero si no fuera el caso, no perderías nada, porque al creer, las endorfinas que te generan en el cuerpo te hacen tener una sensación de felicidad, que, en muchas ocasiones, te dan ganas de cantar, bailar y sonreír a todo el mundo.

Lo que te voy a contar en los próximos días, es cómo nos transformó el Ho´oponopono, como cuatro simples palabras. Cambiaron nuestras vidas y nos llevaron a vivir una vida más plena y feliz.

Los milagros suceden todos los días, cambia tu percepción de lo que es un milagro y los verás a tu alrededor. Jon Bon Jovi

Pregúntate: ¿Cuántas veces en mi vida, he sentido que todo era un milagro?

Mi ultimo año en Salamanca fue todo un auténtico milagro. Muchos de mis sueños fueron una realidad. Fue un año de aceptación y de confianza plena en que hiciera lo que hiciera, estaba convencido que estaba siguiendo los mandatos de Dios.

Nunca se sido bueno siguiendo las directrices que me marcaran los demás. Estoy hablando del voto de obediencia. Siempre lo he cuestionado todo, y he buscado encontrar mis propias respuestas. Y el sentir que lo q hacía, era algo que yo aceptaba y hacía al conscientemente.

Como dice el poeta, si no vivo lo que escribo, lo que canto, lo que siento mejor callar, mejor morir.

Ese año en Salamanca, me fui a vivir a un piso, fuera de escuelas universitarias en las que, de alguna manera, todo te viene dado y sientes que estas protegido.

A mis 22 años, todavía sentía que Dios me acompañaba, me sentía guiado por él. Me sentía querido y sabía que, hiciera lo que hiciera, él sería mi apoyo y mi fuerza. Y sabes que es lo más gracioso, 25 años después, que él sigue ahí acompañándome, guiándome y siendo un apoyo al que acudir.

Pienso que, en muchas ocasiones, nos hemos dejado influir por el entorno en el que vivimos. Y rechazamos quienes somos y lo que sentimos.

Pero todo puede cambiar de la noche a la mañana. Y un echo tan pequeño, como cumplir uno de mis objetivos a 31 de diciembre, lo ha transformado todo.

Llevo deseando pesar 99 kilos o menos, desde hace más de 15 años, pero la barrera de los 103 kilos era un continuo en mi vida , y alcanzar los 99 kilos, parecía que era algo imposible de alcanzar por mí.

Comencé el año 2021, pesando la friolera de 111 kilos, Y a 31 de diciembre del 2021 había logrado bajar hasta los 97,3 kilogramos.

Y te preguntarás, esto que relación tiene con los milagros. Porque tengo muy claro que todo es un milagro. Que si, como se cantan en el príncipe de Egipto: :

“Habrá milagros hoy
si tienes fe
La ilusión no a de morir.
Un gran milagro hoy
Al fin vere(al fin vere)
Si tienes fe lo lograrás”

Y hay momentos en la vida, en la que sientes que, la FE sigue estando ahí. Que en mi vida siguen pasando milagros. Que la gente que tengo alrededor son un signo evidente de esos milagros continuos.

Que los sueños se cumplan es algo que sorprende. Pero son una realidad. Me viene a la memoria la película “Bajo el Sol de la Toscana”, como a la protagonista se le cumplen sus deseos. De una manera inesperada y totalmente diferente a como ella se lo planteaba. Pero algo cambio en ella y algo de alguna manera ha cambiado en mí, en mi dialogo interno, que me ha ayudado a transformar ciertas cosas en mi vida.

Como coach, una de las cosas que me he dado cuenta de que lo más difícil son los cambios del programa mental que tenemos.

Llevo años trabajando el buscar el cambiar mi dialogo interno; en relación con la comida, como sustitutiva de muchas cosas, mi relación con el dinero, con el amor …. Pero he llegado a la conclusión que, lo que me he encontrado son vendedores de humo, que prometen transformaciones totales y cuando se han desembolsado tu dinero. Aparece la cláusula en la te dejan claro que algo estas haciendo mal. El que es, no se sabe, pero si a otros les ha funcionado, seguro que tú has hecho algo mal y por eso no funciona contigo.

Pero hace unos meses, descubrí que el cambio era posible. Simplemente con un pequeño cambio de perspectiva. Transformar mi dialogo interno en relación por ejemplo con la comida y ha sido un éxito.

Yo tenía un objetivo, pesar a 31 de diciembre 99 kilos. Sabía que tenía que cambiar algunos hábitos y sobre todo mi dialogo interno. Que de continuo me decía y me saboteada diciendo. Es muy difícil, ya que lo has intentado durante años y nunca lo has logrado. Además, tenias alrededor los bien intencionados, que te recuerdan que ya lo has intentado muchas veces y siembre has fracasado.  Y que curiosamente, no les gustan para nada los cambios. Y no son capaces de darse cuenta, que un pequeño cambio es suficiente.

Y tan sencillo de transformar tu dialogo interno y pasar de que es algo muy difícil, a decirte a ti mismo y sentir que, lo que haces es algo distinto a lo que has hecho antes.

Ese pequeño cambio, lo transforma todo y lo cambia todo.  Y a mí, me ha servido. Y por eso te invito a que elijas un objetivo un deseo que te gustaría haber cumplido el 31 de enero del 2022.

Algo que desees alcanzar, como es mi caso pesar 88 kilos al 31 de diciembre del 2022. Además, es mi número favorito. Y empezar a hacer algo distinto, que no difícil.

Te animas a que en tu vida, se realicen milagros.